Su sonrisa…

*audio no real, veu distorsionada

 

Hace unos años me propusieron coordinar un proyecto en el centro con las alumnas y alumnos.

Realicé un trabajo previo para el proyecto y en él incluía sacar a los alumnos y alumnas media hora al mes de las clases ordinarias. Se lo comenté a Cristobal que pertenecía al equipo directivo y me dio el visto bueno.

Cuando me puse con el proyecto algunos compañeros que no les hacía gracia el perder a algunos alumnos y alumnas de sus clases media hora al mes. Así que , Cristobal, me abordó por el pasillo cuando el proyecto estaba en marcha y me dijo que no podía seguir adelante e intentó dar la vuelta a todo diciendo que yo había decidido sola los tiempos en los que se llevaría a cabo el proyecto.

En este punto, reconozco que procedí mal, me molesté mucho y hablé a Cristobal en mal tono. Le dije que no entendía qué me estaba reprochando, que había invertido mucho tiempo (no remunerado) y que estaba trabajando en esto de manera voluntaria. Que si no le gustaba como lo había planificado, debió decírmelo antes en vez de ahora diciendo que NO SE PODÍA HACER, sin dar soluciones. La discusión quedó así (una discusión típica como las que he tenido con más compañeros y compañeras a lo largo de los años en las que ambas nos ponemos nerviosas o nerviosos y al poco tiempo con calma lo arreglamos sin ningún problema).

Esa misma tarde, Cristobal, dijo que quería hablar conmigo. Me encerró en una clase y comenzó a gritarme y hablarme de manera despectiva. Me dijo que yo NO ERA NADIE y que nunca en la vida volviese a levantar la voz hablando con él porque “ÉL ERA DEL EQUIPO DIRECTIVO Y YO AHÍ NO ERA NADIE”. Se puso muy agresivo y yo tuve un FALLO con mayúsculas, me puse a llorar de pura rabia. Le dije que él no era ni mi jefe directo, ni mi director, ni mi padre y que no volviera ni a hablarme ni a tratarme así. Cuando me dejó, salí de allí muy aturdida, sin saber muy bien qué había ocurrido o con quien poder hablar.

Él salió a denunciarme a la persona encargada en llevar los asuntos de convivencia, por lo que al día siguiente me llamaron la atención.

Después de lo ocurrido, estuvo hablando mal de mí y me trajo consecuencias en el trabajo.Consiguió tirarme varios proyectos, sin dar motivos, solo los negaba o boicoteaba. Puedo afirmar que es real porque tengo pruebas de ello.

Cada vez que tenía que dirigirme a él por algo, se giraba me ponía su sonrisa de mierda y acababa riéndose con condescendencia.